AMI EL NIO DE LAS ESTRELLAS ENRIQUE BARRIOS Este libro fue pasado a formato digital para facilitar la difusin, y con el propsito de que as como usted lo recibi lo pueda hacer llegar a alguien ms. HERNN Para descargar de Internet: “ELEVEN” Biblioteca del Nuevo Tiempo Rosario Argentina Adherida a: Directorio Promineo: www.promineo.gq.nu Libros de Luz: 2 Ami, El Nio de las Estrellas 1991, Enrique Barrios Digitalizador: ? Desconocido 22/09/03 INDICEINDICE PARTE PRIMERA Captulo 1 Primer encuentro Captulo 2 Pedrito volador Captulo 3 No te pre-ocupes Captulo 4 La polica! Captulo 5 Raptado por los extraterrestres Captulo 6 Una cuestin de medidas Captulo 7 Avistamientos PARTE SEGUNDA Captulo 8 Ofir! Captulo 9 La Ley fundamental Captulo 10 Confraternidad interplanetaria Captulo 11 Bajo las aguas Captulo 12 La Nueva Era Captulo 13 Una princesa azul Captulo 14 Hasta tu regreso, Ami! Es difcil a los diez aos escribir un libro. A esta edad nadie entiende mucho de literatura. ni le interesa mayormente; pero tengo que hacerlo, porque Ami dijo que si yo quera volver a verlo, debera relatar en un libro lo que viv a su lado. Me advirti que entre los adultos, muy pocos iban a entenderme, porque para ellos es ms fcil creer en lo horrible que en lo maravilloso. Para evitarme problemas me recomend decir que todo es una fantasa, un cuento para nios. Le har caso: esto es un cuento. ADVERTENCIA (Dirigida solamente a los adultos) No siga leyendo, no le va a gustar: lo que viene es maravilloso. Dedicado a los nios de cualquier edad y de cualquier pueblo de esta redonda y hermosa patria esos futuros herederos y constructores de una nueva Tierra sin divisiones entre hermanos. “Cuando los pueblos se congregaren en uno y los reinos para servir al Amor“ (Salmo 102:22) “.:.y volvern sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces no alzar espada gente contra gente ni se ensayarn ms para la guerra“ (Isaas 2:4) “.y mis escogidos poseern por heredad la tierra y mis siervos habitarn all“ (Isaas 65:9) 3 PARTE PRIMERAPARTE PRIMERA CAPTULO 1CAPTULO 1 PRIMER ENCUENTROPRIMER ENCUENTRO Comenz una tarde del verano pasado en un balneario de la costa donde vamos con mi abuelita casi todos los aos. Esa vez conseguimos una casita de madera. Tena muchos pinos y boldos en el patio, y por el frente, un antejardn lleno de flores. Se encontraba cerca del mar, en un sendero que lleva hacia la playa. Quedaba poca gente, porque la temporada iba a terminar. A mi abuelita le gusta salir de vacaciones los primeros das de marzo, dice que es ms tranquilo y ms barato. Comenz a oscurecer. Yo estaba sobre unas rocas altas junto a la playa solitaria, contemplando el mar. De pronto vi en el cielo una luz roja sobre m. Pens que sera una bengala o un cohete de esos que se lanzan para el ao nuevo. Vena descendiendo, cambiando de colores y arrojando chispas. Cuando estuvo ms bajo comprend que no era una bengala ni un cohete, porque al agrandarse lleg a tener el tamao de una avioneta o mayor an. Cay al mar a unos cincuenta metros de la orilla, frente a m, sin emitir sonido alguno. Cre haber sido testigo de un desastre areo, busqu con la mirada algn paracaidista en el cielo; no haba ninguno. Nada perturbaba el silencio y la tranquilidad de la playa. Sent mucho miedo y quise correr a contarle a mi abuelita; pero esper un poco para ver si divisaba algo ms. Cuando ya me iba, apareci algo blanco flotando en el punto en donde haba cado el avin, o lo que fuera: alguien vena nadando hacia las rocas. Supuse que se trataba del piloto, que se habra salvado del accidente. Esper que se aproximara, para intentar ayudarlo. Como nadaba con agilidad, comprend que no estaba malherido. Cuando se acerc ms, me di cuenta de que se trataba de un nio. Lleg a las rocas y antes de comenzar a subir me mir amistosamente. Pens que estaba feliz de haberse salvado, la situacin no pareca dramtica para l, eso me calm un poco. Lleg a mi lado, se sacudi el agua del pelo y me sonri, entonces me tranquilic definitivamente; tena cara de nio bueno. Vino a sentarse junto a m, suspir con resignacin y se puso a mirar las estrellas que comenzaban a brillar en el cielo. Pareca ms o menos de mi edad, un poco menor y algo ms bajito, vesta un traje blanco como de piloto, hecho de algn material impermeable, ya que no estaba mojado, su vestimenta terminaba en un par de botas blancas de gruesas suelas. En el pecho llevaba un emblema color oro: un corazn alado dentro de un crculo. Su cinturn, tambin dorado, tena a cada lado una especie de radios porttiles, y en el centro una hebilla grande y muy bonita. Me sent junto a l. Pasamos un rato en silencio; como no hablaba, le pregunt qu le haba sucedido. -Aterrizaje forzoso -contest riendo. Era simptico, tena un acento bastante extrao, supuse que vena desde otro pas en el avin. Sus ojos eran grandes y bondadosos. - Qu le